2009/02/11

Imaz ya tiene su planta de coke

El presidente de Petronor, filial de la multinacional española Repsol, ya tiene su planta de coke, o casi. La comisión de gobierno del Ayuntamiento de Muskiz dio ayer luz verde al proyecto básico de la misma. Luego vendrá todo lo demás. Al parecer había prisa en el ayuntamiento por quitarse de encima la presión de Petronor, cuyo presidente argumentó en su día que si no había permiso, el futuro de Petronor en su actual ubicación no estaba asegurado. Una velada amenaza que ha tenido efectos engrasantes en la burocracia municipal.

El alcalde, Ricardo Riantxo, de EA, que se presentó a las elecciones prometiendo que la planta no se construiría, ha cambiado de opinión con el paso del tiempo, y ahora, en comandita con el PSOE, ha aprobado el proyecto. Tan sólo un concejal de EA fue fiel al mandato de las urnas y votó en contra.

No tenía ninguna duda de que el objetivo central de Josu Jon Imaz cuando fue nombrado presidente de Petronor era conseguir los permisos necesarios para levantar la dichosa planta. Su experiencia en la Administración autonómica debía ser decisiva en ese intento. Y no ha habido novedades significativas. Una plataforma ciudadana, contraria a la planta, ha luchado contra los gigantes de la industria como hiciera Don Quijote con los molinos, pero sin poder impedir este nuevo desaguisado.

En esta sociedad democrática en la que tanto disfrutamos, unos hacen las cosas y otros nos tenemos que conformar con opinar sobre ellas. Podemos pasarnos meses criticando a Imaz y sus gestiones, pero las obras comenzarán muy pronto, habrá 820 millones de euros de inversión, se crearán muchos puestos de trabajo, o eso dicen al menos los promotores, y los impactos al medio ambiente pasarán al olvido.

Ya lo saben los habitantes de Muskiz, el que no quiera planta de coke tiene una fácil solución, pone a la venta su vivienda y se va a vivir a otro municipio, que hay un montón en Euskal Herria que carecen de coke (por ahora).

1 comentario:

  1. La vieja historia nuestra desde antes de D. Carlos: el campo contra la villa, el rural contra el ciudadano y la tradición más borona contra el progreso.
    Yo no tengo ni idea de si esa planta es buena, mala, mejor o peor. Pero sé que cualquier proyecto de tipo industrial, energético o tecnológico ha contado siempre con el rechazo de ETA y sus mamporreros, la autodenominada izquierda abertzale, o grupúsculos afines.
    Da igual que el proyecto se llame autopista, fábrica, vía de tren o estación de metro. Todo lo que no sean bueyes, mulas y berzas no gusta a estos nuevos requetés que se dicen de izquierda.
    Por cierto, me llamó la atención la gente que acudía a la manifa del sábado por la tarde en Bilbao: podría jurar que esa gente ha pisado muy poco asfalto.
    Y no es que quiera denigrar la vida rural (aunque luego elijan Bilbao para darnos el coñazo), pero mejor os iría cambiando el chip y asumiendo que, la vasca, es una sociedad básicamente urbana, avanzada y progresista, y vosotros os habéis quedado fuera de juego, sin asiento en el tren de la historia que tanto os jode que pase por nuestra tierra.

    ResponderEliminar