Sostiene Arnaldo Otegi, en base a la ponencia política del tercer congreso de EH Bildu, que el proceso hacia la soberanía (y la transformación social) debe ser "gradual" y que "el proyecto de construcción de la República Confederal de Euskal Herria deberá llevarse a cabo, desde su inicio, respetando la voluntad de la ciudadanía de los tres ámbitos administrativos actuales". Una muestra de pragmatismo o de realismo político, si se prefiere el término, que sostenida hace trece años hubiera levantado muchas ampollas, pero que en 2024 no hace sino apuntalar la trayectoria política de la izquierda soberanista de estos últimos años.
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Arnaldo Otegi en la presentación de la ponencia. Foto: EH Bildu |
Algunos procedemos de la cultura política del acontecimiento, un tanto apocalíptica, en la que esperábamos que todos los días ocurrieran en nuestro país sucesos históricos de gran calado. Una expectativa que, al no concretarse en hechos reales, conducía inevitablemente a la melancolía. Recorrido ya un cuarto del siglo XXI la perspectiva actual para la liberación nacional tiene poco que ver con el inmediatismo en que se vivía a finales del siglo XX.