Patxi López |
Atrapado entre la opinión mayoritaria de la sociedad, que quiere avanzar hacia una Euskal Herria libre y en paz, y el control que sobre él ejerce el PP, López no ha sabido maniobrar en ningún momento. Es, con mucho, el lehendakari con perfil político más bajo. Es más, nunca debió acceder al cargo, ya que su pírrica "victoria" se fraguó en Madrid, gracias al apartheid a la izquierda independentista. Si no hubiera sido por esa circunstancia, jamás habría llegado López a Ajuria Enea.
Su plan de actuación, para lo que el llama final del ciclo de ETA es absolutamente insuficiente. Es irreal, temeroso y pacato. López debería saber que ante un nudo gordiano la única solución consiste en blandir la espada y hacerse paso hacia adelante, dejando a un lado sus ataduras con Madrid y el mundo del PP y las víctimas.
Su política de paños calientes, enviando guiños a unos y otros, sin saber que rumbo tomar, ha encallado en los acantilados de la complicada realidad sociológica vasca. La legislatura está finiquitada y todo el mundo es consciente de que Patxi López no tiene ninguna posibilidad de repetir como lehendakari. La batalla se dirimirá entre el PNV y la candidatura que presente la izquierda soberanista. El PSE puede que ni siquiera sea la tercera fuerza electoral en la CAPV.
Si López tuviera un mínimo de talla política, reconocería su fracaso, disolvería la cámara y convocaría nuevos comicios lo antes posible. Este país no se puede permitir por más tiempo la existencia de un parlamento tramposo, que no refleja la verdadera realidad política de los tres territorios. Le costará dar ese paso al lehendakari, pero lo tendrá que dar más temprano que tarde. Cuanto más meses se enroque en su refugio de Ajuria Enea, más amplia será su derrota en las urnas.
De momento afronta el que parece el 'leit-motiv' principal de su 'mandato', otro sarao.Está vez es un nuevo desplazamiento al exterior, a la India.Motivos empresariales, ya.Desde luego la falta de escrúpulos y de vergüenza no esta en su debe. Deja la 'gestión' en manos de un trio de tronio, el conformado por los campeones de la idiocia, Sres Urquijo, Basagoiti y Oyarzabal. Todo un descubrimiento. Junto con la glamurosa presidenta parlamentaria, eso sí.
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