Mikel Arana, tercero por la izquierda |
En el caso vasco, lo que ahora se conoce como Ezker Batua-Berdeak, ha disfrutado de momentos de gloria, en los que parecía coger un cierto vuelo, pero en los últimos comicios ha sufrido un retroceso importante, tan sólo paliado por los resultados de Izquierda-Ezkerra en Nafarroa Garaia, que han sido sensiblemente mejores que los cosechados en la CAPV. La alianza con Batzarre ha logrado que esa izquierda no soberanista, de vocación estatal, aguante el chaparrón.
En el caso de la CAPV, las luchas intestinas de la formación y sus erráticas alianzas han podido contribuir a la debacle. La escisión de Alternatiba Eraikitzen, integrante ahora de Bildu, ha restado apoyos a Ezker Batua, y la pugna entre los sectores de Arana y Madrazo no ha ayudado a sumar, precisamente.
Ezker Batua ha tenido a su máximo responsable, Javier Madrazo, en un gobierno liderado por el PNV, mientras su hermana hacía lo propio en el Ayuntamiento de Bilbao, haciendo de soporte de Azkuna, representanre del PNV más conservador. Pero además se han presentado a las elecciones de 2007 en coalición con Aralar y en otro ayuntamiento importante, el de Donostia, ha formado equipo de gobierno con el PSOE de Odón Elorza. Al final, este papel de comodín no es entendido por sus posibles votantes, que derivan sus apoyos a opciones más coherentes.
La coyuntura, en principio, era favorable a un repunte de la izquierda del PSOE en el Estado, repunte que se ha producido técnicamente, alrededor de un punto porcentual, pero que en la práctica no va a ser visualizado. En nuestro caso, el repunte ha sido retroceso y ante ello, a la máxima cabeza de EB tan sólo se le ocurre volver a hablar de refundación. Una refundación que Ezker Batua lleva haciendo desde hace demasiados años y que siempre se queda en lo mismo, una oferta algo a la izquierda del PSOE, pero sin acabar de conectar con sectores significativos del electorado.
Ante la multitud de análisis que coinciden en la configuración de un espacio político a cuatro en Hego Euskal Herria, Arana ha respondido afirmando que es viable un quinto espacio de izquierda no independentista, federalista, que sería el de Ezker Batua. Puede que lleve razón en lo del espacio, en todo caso limitado. Sin embargo es dudoso que ese espacio vaya a ser ocupado por la actual Ezker Batua, una formación en crisis permanenente, que puede estar en puertas de una nueva escisión.
Hace pocos días se presentó en Madrid el proyecto Equo, del que hablaremos en otra ocasión más detenidamente, liderado por el ecologista donostiarra Juantxo López de Uralde. Un proyecto que trabaja en coordinación con Espacio Plural, agrupación de partidos en el que se hallan Iniciativa per Catalunya o la Chunta Aragonesista, entre otros. Se trata de un proyecto ecologista y de contenido social que puede resultar más atractivo que el de Ezker Batua, y que además muestra cierta sintonía con los indignados de las acampadas. Se desconoce el alcance que este movimiento puede tener aquí, aparte del apoyo inicial de Berdeak-Los Verdes y Ecolo-Verdes de Navarra/Nafarroako Berdeak, integrados ya en él. Que los responsables de EB estén atentos a la jugada.
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