Nueva fase

Joseba Egibar y Rufi Etxeberria se saludan en la manifestación de Donostia.

Leo en diferentes sitios comentarios similares en los que se pone el acento en la falta de credibilidad de la izquierda independentista para poner en marcha una nueva fase política para este país. Insisten esas voces en que en anteriores ocasiones la izquierda independentista no ha estado a la altura de las circunstancias y que al final todo se ha ido a la mierda por su culpa.

Recuerdan anteriores intentos de acumulación de fuerzas como Txiberta o Lizarra-Garazi, y al final siempre acaban diciendo lo mismo: la izquierda radical sólo sabe estar en la radicalidad, en el extremismo, y es incapaz de actuar con cintura política. En esta ocasión tampoco conseguirá sacar el proyecto adelante, vuelven a repetir. Es un mantra que no por conocido sigue haciendo daño. Con esas premisas no iremos, probablemente, a ningún lado.

Por el contrario, los acontecimientos que se van sucediendo en las últimas semanas no hacen sino confirmar que la izquierda independentista está trabajando en serio. Es más, estimo que siempre ha trabajado en serio. Otra cosa es que, a veces, se ha equivocado, como es obvio. Pero ¿quién no se equivoca en este mundo? Lo importante es sacar conclusiones de esos errores, asumirlos, e intentar que no se vuelvan a repetir. En eso estamos.

Decía que la propia detención de Sonia Jacinto, Arkaitz Rodríguez, Miren Zabaleta, Rafa Díez y Arnaldo Otegi demuestra que este grupo de independentistas estaban haciendo las cosas bien. Por eso mismo surgió la Audiencia Nacional española y los envió a prisión. No fue una decisión caprichosa tomada a la ligera por un juez con ansias de protagonismo. Fue una decisión de Estado, probablemente consensuada entre los diversos poderes fácticos que actúan en Madrid, incluido el Partido Popular. Quedarse en la anécdota de Garzón es un error de bulto. Se trataba de impedir a toda costa que la apuesta por una nueva fase quedara abortada.

Tras las detenciones, algunos pensaban que la apuesta había quedado cercenada de cuajo por la acción represiva. Sin embargo, hay unas cuentas pruebas de que no ha sido así. La manifestación unitaria de Donostia, el documento de Batasuna difundido entre miles de personas por internet o las contundentes declaraciones de Rufi Etxeberria son algunas de ellas. Hoy mismo hemos podido leer una más, la carta de los cinco militantes mencionados más arriba, enviada desde una cárcel española, en las que se reafirman en la apuesta independentista por las vías democráticas de forma nítida y contundente.

En esta fase del proceso de liberación, la Izquierda Abertzale debe liderar y compartir una estrategia cimentada exclusivamente en la adhesión popular; en la acumulación y activación de fuerzas sociales abertzales, soberanistas e independentistas por un cambio político y social. La estrategia eficaz que demanda el actual momento histórico sólo puede construirse sobre mayorías políticas y sociales democráticamente articuladas. Es decir, la sociedad vasca tiene que ser la protagonista, con su fuerza y organización, para, en un proceso democrático, avanzar hacia ese cambio político. No tenemos que esperar a nadie. No tenemos que estar condicionados por los que apuestan por el bloqueo para debilitar las variables sociopolíticas, culturales, simbólicas... de un proyecto nacional vasco definido y reforzado en la batalla contra el modelo constitucional-estatutario impuesto en la transición postfranquista.

Todavía quedaran agoreros lanzando al aire dudas sobre las verdaderas intenciones de la izquierda independentista en este momento histórico. Allá ellos. Quienes sí creemos en estas propuestas, en estas nuevas coordenadas a desarrollar, tenemos que poner nuestro granito de arena para que la apuesta fructifique, para que nada ni nadie la pueda volver a descarrilar.

Nos estamos jugando la posibilidad de abrir una nueva fase en la que la mayoría social de este pueblo ejerza su derecho a decidir y muestre su voluntad soberana de constituirse como un estado vasco en Europa. Esa es la cuestión. Y ahora es el momento de demostrar que ese fin último está por encima de medios, historias y otras variables, que pueden convertirse en anecdóticas. Ahora se trata de sumar, nunca de restar. Si para ello hay que ceder protagonismos y dejar de lado intereses personales o de grupo, se hace. Estamos en los umbrales de una nueva fase y noostros, los ciudadanos de este país, tenemos la llave para abrirla. Y una vez abierta la puerta, no puede haber marcha atrás.

DOCUMENTO:
Una foto y un futuro - Rafa Díez, Sonia Jacinto, Arnaldo Otegi, Arkaitz Rodríguez, Miren Zabaleta - [gara.net] [xerka.blogspot.com]

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