2014/08/26

De irnos nada, nos quedamos


Tras unas fechas alejado de internet y sus redes, retomo mi tarea de blogero. Y lo hago con un tema de actualidad permanente. Un asunto que pese a ser político trasciende de ese escenario para acercarse a lo filosófico. 


Algunas organizaciones ciudadanas, soberanistas y/o independentistas, han utilizado en los últimos tiempos esloganes basados en la idea de marcharse, de irse, del Estado español, sin concretar dónde estaría el lugar de destino de esa larga marcha. Es evidente que lo han hecho con la mejor de las intenciones, pero al hacerlo han caído en un importante error de apreciación. 


El conflicto que enfrenta a Euskal Herria con los Estados español y francés no se resuelve marchándonos de esos estados. Al contrario, se resolverá cuando esos dos estados vecinos quiten sus manos de nuestro territorio. No se trata, pues, de irse, sino de quedarse. Eso sí, de quedarnos libres y en paz.

No hace falta ser un lince en Historia para comprender que lo que hoy conocemos por pueblo vasco, actualmente con nítida conciencia de serlo, reside en estos territorios pirenaicos y cantábricos desde hace miles de años. Que en buena parte de ese periodo se han dado procesos de autogobierno, salpicados con otros de dominio por parte de fuerzas ajenas al país. Una historia que no es exclusiva de los vascones, ya que la compartimos con otros pequeños pueblos del planeta. 

Si en el último periodo, en el que se han producido diversas guerras, a campo abierto o en forma de guerrillas, hemos estado a merced de voluntad ajena, ello no significa que debamos permanecer en ese estado de postración de forma indefinida.

Es preciso, por supuesto, establecer un amplio consenso nacional en torno a un camino hacia la plena soberanía. Es también necesario que ese acuerdo alcance generosas mayorías, más allá de empates envenenados. Pero, sobre todo, es urgente aclarar cuál es el programa último de esa posible alianza soberanista. Si estamos de acuerdo en quedarnos, libres y en paz, en los mismos territorios que hemos disfrutado durante tanto tiempo o pretendemos irnos hacia otros escenarios político-institucionales, dentro o fuera de la Unión Europea.

Los debates que en estos momentos se están dando en Escocia y Catalunya son una demostración palpable de que para hacer camino es necesario conocer la meta, aunque sea teñida de nieblas. De lo contrario construiremos un gran castillo en el aire, que se desmoronará a las primeras de cambio.  



Ahora puedes seguirme en Twitter: @joxerrabustillo y en Facebook: www.facebook.com/jxbustillo

No hay comentarios:

Publicar un comentario