2011/02/24

Pájaros

Decía el maestro José Bergamín que "Cuando se tiene la "cabeza a pájaros" hay que andarse con "pies de plomo"".Supongo que todo el mundo entiende qué quieren decir las expresiones cabeza a pájaros y pies de plomo. A la vista está su significado y el sentido por la que traigo aquí y ahora este aforismo bergaminiano.

Resulta que vivimos en un momento complicado, no más que otros del pasado, pero sí especialmente sensible a los pronunciamientos exagerados de unos y de otros. Razones no faltan para que se den esos comportamientos, pero es precisamente en estos pasajes de la historia en los que es más recomendable andarse con pies de plomo. No quiere decir eso que no haya que andar, es indudable que avanzamos, pero es mejor no llamarse a engaño.

Un importante sector del pueblo vasco, yo díría que su mayoría social, tiene argumentos para disponer su cabeza a pájaros, para adivinar un futuro de libertades plenas. Pero no conviene adelantarse a los acontecimientos. El proceso, al que tanto le costó arrancar [por inercias internas y ataques externos], comienza a tener un cierto ritmo. Pero de ahí a caer en la precipitación va un buen trecho. Todo se andará.

La confianza en las propias fuerzas es una virtud del momento que debe ir intrínsecamente unida a la paciencia. Hay amigos que se preguntan ¿cómo quedará esto? ¿para cuándo esto otro? La respuesta siempre es la misma. Hay un tiempo para cada cosa y cada cosa lleva su tiempo. Quien no lo entienda así, quien no distinga las voces de los ecos, acabará, esta vez sí, con la cabeza a pájaros, confundido y frustrado.

2011/02/20

Una larga travesía

La izquierda abertzale está consiguiendo, gracias a la adopción de buenas dosis de pragmatismo, ampliar su campo de juego, concertar acuerdos con otras fuerzas, recabar apoyos exteriores hace poco inimaginables y situarse de nuevo en el centro del tablero político vasco. Si tenemos en cuenta que estamos hablando de una fuerza política ilegalizada, no es mal balance. Algunos pensarán que el precio es alto, pero en política, lo queramos o no, lo que vale son los resultados. Es encomiable mantener los principios y sortear las tormentas sin variar el rumbo, pero aunque sostener la nave a flote tiene su mérito, en esta historia se trata de alcanzar el puerto, o por lo menos de ir acercándose a él.

Es evidente que estamos viviendo unos momentos de indudable trascendencia en la evolución de la situación política del país. Es probable que el prolongado bloqueo de los últimos años, agudizado por el fracaso del anterior proceso de paz, esté a punto de concluir. Pero nada está escrito y ya estamos acostumbrados a que surjan acontecimientos inesperados que vuelven todo al punto de salida. Por lo tanto, es necesario vacunarse con una generosa dosis de paciencia, una virtud que, según dicen, es revolucionaria.

Llevamos meses oyendo las exigencias que se solicitan a la izquierda abertzale desde instituciones o partidos políticos. A cada paso que se da, surgen nuevas peticiones. Parece una carrera interminable, una travesía que no tiene fin. Desde el interior de esa izquierda abertzale se puede tener una sensación agónica, al entender que ya se han hecho todos los esfuerzos necesarios para alcanzar la meta, después de un largo maratón, y que cuando la cinta de llegada está a la vista, se coloca de nuevo más lejos. Un ejercicio inagotable que puede tener como objetivo crear divisiones y acabar con la paciencia de la militancia. Es cierto que ante otras transiciones políticas, el nivel de exigencia no ha sido tan elevado. Probablemente sean los estatutos de Sortu los que van más allá en la separación de cualquier asomo de connivencia con estrategias violentas. Si quienes tanto exigen a Sortu tuvieran ante sí los estatutos de PNV, PSOE o Aralar, tal vez deberían llevarlos ante la Fiscalía, para que esta actuase en aplicación de la Ley de Partidos.

En un principio se pidieron unos estatutos impólutos. Una vez que se han presentado, se dice que no todo debe basarse en los estatutos, sino que hay que analizar las trayectorias, las personas, las posibles conexiones, etc. Asistimos a un ejercicio de cinismo político sin precedentes. Porque se pide a una fuerza ilegalizada que se integre en la legalidad, y cuando da el paso en forma de nuevo proyecto, se le acusa de continuidad con la fuerza ilegalizada. Es un dilema irresoluble que impediría la evolución política de cualquier colectivo.    

Pese a todo, no conviene enredarse en el corto plazo, ni tan siquiera en las importantes elecciones forales y locales que se avecinan en mayo. La reflexión abordada por la izquierda abertzale va mucho más allá de esa fecha y trasciende en importancia sobre cualquier cita electoral en el futuro. La apuesta se basa en el trabajo exclusivo en la lucha ideológica, institucional y de masas, en la utilización de vías políticas y democráticas, por supuesto pacíficas, hacia la consecución de una Euskal Herria libre y socialista. Una travesia que se adivina larga y sinuosa, pero a la vez atractiva e ilusionante. Ni la Ley de Partidos, ni la Fiscalía, ni los tribunales van a conseguir frustar esa aspiración popular, democrática y legítima. Podrán retrasarla un tiempo, si se empeñan en la actual cerrazón, pero no hay muro que resista ante el empuje de una mayoría social. Lo que está aconteciendo en el norte de Africa es un buen ejemplo.

Beste iritziak:

2011/02/17

Bizkaia, Proust, euskara

Treinta y cinco años largos desde de la muerte del dictador Francisco Franco, hemos sabido que la denominación oficial de las provincias occidentales de Vasconia se hará a partir de ahora en euskara: Bizkaia, Gipuzkoa, Araba-Alava. La noticia nos llega desde Madrid, porque este país se sigue rigiendo por el reloj de la Puerta del Sol, como acostumbraba a decir Telesforo de Monzón.

Aunque venga de Madrid, no deja de ser una buena noticia. Hay que darse cuenta de la importancia que tienen los mapas del tiempo en los telediarios. Es en ellos donde se reflejan los avances de la lucha política. No hay más que ver el A Coruña gallego, o el Girona catalán para percatarse del fenómeno. A partir de ahora aparecerán las provincias vascongadas en vascuence, como debe de ser y estaremos un poco más felices e integrados en esa piel de toro a la que siempre le desgajan Portugal. ¿Por qué será?

En el caso de Nafarroa es más complicado de lograr, porque el PNV no tiene mando en plaza, así que habrá que esperar a que Roberto Jiménez sea presidente de la Diputación. Ya ha avisado este buen hombre que no le importaría que se impartiese enseñanza pública en euskara en zonas "no vascófonas", si existe demanda y el gasto no se dispara. Es un avance, sin duda, aunque es pronto para que aparezca en el mapa del tiempo, pero todo se andará. Jiménez se mojó en una jornada del PSN titulada Euskara Nafarroan, oraina eta geroa, en la que Lurdes Auzmendi, viceconsejera de Política Lingüística del Gobierno de la CAPV, criticó el muro que ha construido el Gobierno de UPN en estos temas del vascuence, uno de los que más nos une, según dijo la viceconsejera.

En realidad yo no quería hablar de Jiménez y Auzmendi, sino de escritores como Joxe Austin Arrieta Ugartetxea, traductor al euskara del primer volumen de la descomunal obra de Marcel Proust, En busca del tiempo perdido. Elkar ha tenido el buen gusto de editar este libro, Swann-Enetik (Denbora galduaren bila I), que sitúa a nuestra lengua en el lugar que le corresponde, sin complejos. Imagino la dificultad y el esfuerzo del trabajo de Arrieta. Un aplauso desde aquí para él y para todos los que con trabajos como el reseñado colaboran en la ingente tarea de enriquecer la lengua del país. Y es que por el camino de Swann, el que tan bien describió Proust, se puede llegar, caminando con paciencia y empeño, hasta la Côte Basque, hasta ese golfo de Bizkaia que escribirán los mapas del tiempo y Google Maps a partir de este histórico momento. ¿O seguirán, erre que erre, con Vizcaya?

2011/02/12

Nafarroa como provincia


Al hilo de las últimas controversias generadas en torno a la coalición NaBai, en las que no voy a entrar, he podido leer algunas opiniones en la prensa que me han causado honda preocupación. Personas conocidas por su trayectoria abertzale y euskaltzale han argumentado la inconveniencia de que desde fuera de Nafarroa (provincia) se tomen decisiones políticas que puedan a afectar a ésta. Se referían a que partidos vascos de ámbito nacional tomen postura respecto a cuestiones que, a su entender, sólo conciernen a Nafarroa (provincia).

Más allá de la disputa partidista que se dibuja en el fondo de la argumentación, lo que se deriva de la misma es ni más ni menos que la asunción de la tesis central del navarrismo histórico, en la actualidad encarnado por partidos como UPN o CDN. El viejo argumento de que Nafarroa (provincia) no tiene nada que ver con Euskadi, entendida como CAPV, ha sido la munición utilizada desde la transición para atacar las tesis abertzales en Nafarroa Garaia. No voy a negar que desde las filas del nacionalismo y del independentismo se hayan cometido errores de bulto, como aquellos gritos de “Nafarroa Euskadi da” de los Aberri Eguna de los años ochenta en Iruñea. También es evidente que ha existido una presión hacia Nafarroa Garaia, tal vez considerándola tierra de promisión de un bizkaitarrismo trasnochado.

Pero esos errores, en buena parte superados, no pueden justificar en ningún caso la adopción de tesis provincialistas y, en el fondo, separatistas. Los partidos de ámbito nacional vasco, llámense EAJ, EA o IA, pueden tomar sus decisiones en Bilbao, Donibane Garazi o Tafalla. En esos partidos militan ciudadanos de todos los territorios vascos y es un error que se identifique a la dirección o a la asamblea de uno de estos partidos con un territorio ajeno a Nafarroa (provincia).

Confío en que la ocurrencia sea tan solo fruto de la reflexión de algunas personas, por significativas que puedan ser, y no vaya a formar parte en el futuro del corpus doctrinal de ningún agente político del herrialde. De ser así, supondría profundizar en la brecha que divide artificialmente a nuestra nación, Nafarroa Osoa/Euskal Herria, con la indudable ayuda de los partidos de ámbito español y los que profesan un navarrismo localista. Porque una cosa es reconocer los diferentes marcos jurídico-políticos existentes hoy en día en nuestro país: CAPV, CFN e Iparralde, y otra muy distinta consolidar esa división, derivada de una relación de fuerzas que data de hace más de treinta años y de una presión ejercida por los poderes fácticos de aquel momento. Las fuerzas soberanistas deben tomar en consideración cada realidad administrativa y la sociología de la misma, pero sin complejos, ni reducionismos. Mientras los dirigentes del Gobierno navarro unen los destinos de CajaNafarroa a entidades financieras de Canarias o Sevilla, para evitar de ese modo la mera posibilidad de una concertación con las cajas de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, no podemos esconder en un cajón los planes estratégicos que consideremos adecuados para Euskal Herria. Si son legítimos, debemos defenderlos con igual ahínco en Gernika que en Tudela o Amurrio.

Quien haya leído mis colaboraciones en prensa e internet en los últimos años sabe de mi querencia por una Nafarroa Osoa que aglutine a la totalidad del país de los vascos. Sin caer en milenarismos ni voluntarismos, es necesario que en el imaginario colectivo de los actuales vascones no se pierda la consideración básica del territorio nacional que nos asiste. En ocasiones anteriores he estimado conveniente escribir contra los provincialismos vizcaino o guipuzcoano, que tanto mal han hecho, y siguen haciendo, a la construcción nacional. Pero a esos provincialismos decadentes no se les puede oponer otro de igual suerte, aunque lleve en este caso el apellido de navarro.

Ahora que se están dando pasos decisivos en la conformación de un nuevo escenario político, superador de bloqueos y de estériles inercias, es el momento de reivindicar de nuevo la centralidad de Nafarroa en la historia y devenir de nuestro pueblo. También de considerar la necesidad de que ese legado se incorpore al argumentario básico de los agentes políticos, sindicales y sociales que apuestan por la soberanía. Tenemos que proclamar que Iruñea es nuestra capital, histórica y actual, pero no como una frase cliché de cara a la galería, sino asumiendo el contenido profundo de ese concepto.

La continua mejora de las comunicaciones en las últimas décadas, tanto físicas como virtuales, han conseguido que en la actualidad sean mayores que nunca las relaciones entre los ciudadanos de los diferentes territorios del país. Resulta habitual que personas de Iruñea acudan a Donostia o Zarautz a disfrutar del mar o que gentes de Donostialdea viajen a Pamplona para realizar compras en grandes almacenes y superficies de la capital navarra. Lo mismo ocurre entre las otras capitales vascas. Cuando las nuevas tecnologías nos permiten una interacción instantánea y global, no podemos caer en disputas interprovinciales que carecen de cualquier sentido. Libre ha de ser el pensamiento y plena la actitud crítica ante las cosas que no nos gusten, pero utilicemos argumentos que no socaven aún más la cohesión social y nacional de Nafarroa (nación).

[Artículo de opinión publicado en el diario "Gara", 2011-2-11]

2011/02/09

Periodismo de trinchera

La presentación de los estatutos del nuevo partido independentista y socialista SORTU ha dejado noqueados a buena parte de los pensadores españoles de trinchera. Sorprendidos por las manifestaciones de Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin primero, y por los promotores del partido después, se han encerrado en las redacciones con las persianas bajadas, dispuestos a teclear lo que les venga a la cabeza, aunque no tenga nada que ver con la realidad de los hechos a contar.

Amarrados a un periodismo militante, basado en el españolismo más rancio, el centralismo casposo y, en algunos casos, el odio visceral a todo lo que suene a vasco, esta nueva legión de columnistas y analistas, que se multiplican como los peces en prensa, radio, televisión e internet, empiezan y no acaban, intentando explicar a su clientela que no hay novedad en el Norte, que todo sigue igual, que ETA no se ha disuelto, etc.

Del descenso del número de escoltas, ni mención. Del cese de peticiones de impuesto revolucionario, nada de nada. Espléndido sol todos los días en las mañanas donostiarras, pero ellos erre que erre, sostienen que sigue lloviendo a mares. No daré nombres, que son demasiado conocidos y prefiero no ensuciar el blog, pero sí diré que hay días en que, hojeando la prensa madrileña, uno echa de menos la profesionalidad del diario "Pueblo", que en paz descanse.

La realidad que ve todo el mundo con dos dedos de frente es retorcida hasta la naúsea en un ejercicio de manipulación, en el que nunca se distingue entre información y opinión. Desde el titular de primera hasta la crónica de televisión, pasando por el editorial y la tira cómica, están emponzoñados de veneno, de odio, de ganas de que esto no se solucione, para poder seguir con su raca-raca filofalangista.

Por supuesto que hay excepciones, periodistas que han estado en primera línea del antiterrorismo durante muchos años y que ahora empiezan a reconocer que algo importante está sucediendo en Euskal Herria. Son los menos, pero desde aqui les mando un saludo. Discrepamos en casi todo, pero al menos dan muestras de una cierta honestidad intelectual.

¿Por qué tanta cerrazón, tanto temor al cambio? Porque como decíamos el lunes, todos ellos saben, tontos no son, que en la disputa política e ideológica, la que viene llamando a la puerta, España, su antigualla idea de España, tiene todas las de perder. Se sienten acongojados ante la posibilidad de una mayoría soberanista que reclame el ejercicio del derecho a decidir. Y ese posible escenario de futuro les produce tanto ardor de estómago que pierden el contacto con la realidad y no hacen sino desvariar.

Lo que decían el 4-11-1998:

2011/02/07

"E la nave va"

Foto: Argazki Press
El paso dado esta mañana en el Palacio Euskalduna por la izquierda abertzale, en las voces de Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin, no tiene precedentes. Así lo han tenido que reconocer portavoces de Gobiernos y partidos políticos y analistas de medios de comunicación. El latiguillo pactado de "insuficiente" de otras ocasiones no les ha valido en esta oportunidad. Y es que en poco más de un año, esta formación política ha pasado de estar en la más absoluta soledad a firmar acuerdos estratégícos con Eusko Alkartasuna y Alternatiba, a concurrir a los comicios cantonales con Abertzaleen Batasuna y EA, a compartir el Acuerdo de Gernika con casi una treintena de agentes políticos, sindicales y sociales, incluido Aralar, y a presentar hoy mismo los estatutos de una nueva estructura política bajo la atenta mirada de representantes de todos los partidos, salvo PSOE y PP.

La pérdida de credibilidad, derivada del anterior proceso de Loiola, reconocida por los propios dirigentes de la IA, está empezando a recuperarse, no sin esfuerzo. La dudas que albergaban organismos sociales como Lokarri al inicio del debate interno del que surgió el documento "Zutik EH", se ha trasformado en que ese mismo organismo haga las labores de introductor del acto de presentación de los estatutos de la nueva formación. Un cambio considerable. Esa nueva perspectiva se está socializando en el seno de la ciudadania vasca, que empieza a creerse la voluntad inequívoca de la izquierda abertzale por abrir un nuevo tiempo político en el que la suerte de este país se juegue por vías exclusivamente políticas y democráticas, en total ausencia de violencia. Algunas encuestas-web así lo confirmaban en la misma tarde del lunes.

Mas allá de la propia legalización de la nueva formación, de la que hablaremos en próximos días, lo sustancial es comprobar que el cuerpo central de la IA, mediante un amplio acuerdo interno, está propiciando el cambio de paradigma, evitando hasta el momento traumáticos disensos. Un camino que se está recorriendo sin prisas pero sin pausas, en aras a colocar a la plataforma abertzale en una buena posición de salida para liderar una agrupación de fuerzas soberanistas que ponga en la encrucijada al Estado español.

Está suficientemente demostrado que lo que temen en Madrid no es el mantenimiento de una acción violenta de baja intensidad, como la que ha protagonizado la organización clandestina en su última etapa. sino la conformación de una plataforma soberanista de amplio esprecto que ponga en jaque al Estado, forzando democráticamente el ejercicio del derecho a decidir. Al comienzo de todo este proceso, Arnaldo Otegi lanzó al aire una reflexión en el sentido de que el terreno en el que más débil se encontraba el Estado era el de la política, y por eso era necesario apostar con todas las fuerzas por jugar en él. En esas está la izquierda independentista.

Beste iritziak:

Euskalduna Jauregiaren ekitaldia

2011/02/01

Las cuatro tizas de Oteiza

Nos encontramos en febrero de 1977, hace ya 34 años. El recientemente desaparecido poeta, cantante y periodista Xabier Lete entrevistaba para la revista "Garaia" al escultor Jorge Oteiza. Tras repasar los asuntos relativos al arte y a la cultura, a su obra y a su visión del país, el entrevistador le pregunta por la situación política. Oteiza, siempre agudo, le contesta y en la respuesta incluye esta reflexión: "Por ahora los 20 partidos se resumen en tres, pueden ser cuatro. Abertzales de izquierda y abertzales de derecha. Sucursalistas de izquierda y sucursalistas de derecha. O simplemente nuestra derecha con el PNV y una izquierda abertzale, fácilmente en vasco, con marxistas y cristianos".

El visionario Oteiza, en medio de la sopa de siglas existente en aquel momento histórico, antes de las primeras elecciones "democráticas" que ganó la UCD de Suárez, anticipaba un escenario político marcado por la presencia de cuatro polos básicos. Un esquema que a lo largo de estos años, con los consabidos altibajos, apariciones y desapariciones, puede empezar a consolidarse en la nueva etapa que está a punto de nacer.

Foto: orokieta.net
Nos encontramos ahora mismo, como en aquel periodo que evocaba Oteiza, en una fase de realineamiento. Los cuatro grandes imanes van a ir atrayendo a las fuerzas más pequeñas, limando diferencias, para aclarar el panorama general. Es evidente que este retrato no es idéntico en todos los territorios, que existen ruidos y reverberaciones que difuminan a veces la fotografía real, pero a grandes rasgos son cuatro las tizas que van a escribir en la pizarra política de Euskal Herria.

En las cuatro tizas hay oscilaciones, cambios, reajustes. Es posible que las siga habiendo en los próximos años. No obstante, la atracción que van a ejercer los polos principales hará que, poco a poco, esos ruidos vayan disminuyendo y se alcance una situación más estable, en la que la pugna por la hegemonía nacional de cada una de las tizas será el factor determinante.

No quisiera abusar de la siglas, pero al menos debo hacer un apunte global. En la derecha española se sitúan PP y UPN, más UPyD y CDN; en la izquierda española PSOE e IU; en la derecha vasca PNV y Hamaikabat; en la izquierda vasca la ex Batasuna refundada, EA, Alternatiba y Aralar. El mapa de Ipar Euskal Herria es similar, pero sus particularidades me obligan a tratarlo en el futuro, antes de los próximos comicios cantonales.

Las maniobras preelectorales que se están viviendo estos días, sobre todo en relación a Nafarroa Garaia y NaBai, no hacen sino reafirmar el cuadro general. Otra cosa es que futuros realineamientos nos deparen sorpresas y algunas de las piezas acaben en un polo que, en principio, no les correspondería. Pero tendremos tiempo de analizar esos fenómenos físico-políticos en próximas entregas.