2010/10/23

Una "Wikileaks" para Euskal Herria

La publicación, por parte de la web wikileaks.org, de miles de documentos oficiales del Pentágono no hace sino confirmar de forma fehaciente lo que ya sabíamos: El Ejército estadounidense se ha saltado todas las leyes en su afán de dominar un país enemigo. Ha practicado el asesinato de civiles de forma rutinaria y lo ha pretendido ocultar a la opinión pública, hasta el día de hoy. Pero tranquilos, no voy a escribir sobre Irak, fiel a mi costumbre de atender siempre a lo más cercano.

La última redada policial, auspiciada por el TOP [ahora Audiencia Nacional], por la que catorce ciudadanos vascos han sido detenidos, coincidiendo con el estreno en sus nuevas funciones del ministro de la Gobernación Pérez Rubalcaba, también confirma lo que ya sabíamos con anterioridad. El Estado no está en tregua y mantiene una política de acoso contra todo lo que huela a independentismo en Euskal Herria. Si antes fue el "aparato internacional de ETA", ahora es "la cantera de ETA", según el lenguaje utilizado por Gobierno y medios afines. No vamos a insistir en la indecencia de semejantes acusaciones sin pruebas y sin mantener la mínima presunción de inocencia. Es un ejercicio inútil.

Debemos volver a señalar, desde la ingenuidad, que a los jóvenes detenidos les ampara el derecho constitucional a no declarar y que si dentro de unos días aparecen en esos medios afines informaciones que los ligan a la organización clandestina, es pausible que hayan sido realizadas en el curso de "hábiles interrogatorios". Hasta ahí puedo llegar.

Y de ahí el titular del comentario. Está muy bien que la página que fundó Julian Assange desvele las miserias de Estados Unidos. Aplaudimos incondicionalmente su abnegada labor de denuncia. Eso sí, nos gustaría que alguien, ¿por qué no otro australiano? se encargara de montar una WikiLeaks que se entretuviera en publicar documentos secretos procedentes de los servicios de inteligencia españoles y franceses. Así podríamos llegar a confirmar lo que ya nos imaginábamos sobre torturas, malos tratos, detenciones arbitrarias, prevaricaciones varias, derechos humanos pisoteados y, por ejemplo, sobre cúal fue la verdadera causa de la muerte de Jon Anza.
 
Puestos a especular, es posible que surgiese un alma cándida dispuesta a montar esa wikileaks a la vasca, pero para que el invento funcionase debería de haber al menos un agente español o francés amigo de la decencia que se animase a enviarle documentos clasificados. Esa posibilidad, la verdad, parece muy remota. Al final, vamos a tener que reconocer que hay más demócratas en los servicios secretos estadounidenses que en los hispanos. Hasta en eso nos llevan ventaja.


Beste iritziak:

No hay comentarios:

Publicar un comentario