2010/04/20

Caza mayor


La reciente operación policial que ha acabado, por el momento, con otros cinco ciudadanos vascos en prisión no es una actuación habitual del Ministerio de la Gobernación. Y nos es habitual, porque en la misma han sido detenidos tres abogados de presos: Arantza Zulueta, Jon Enparantza e Iker Sarriegi. Ellos eran las piezas principales a abatir en la cacería impulsada por el Gobierno español. De paso, arrestaban también a algunos ex presos o a personas relacionadas con los represaliados, aunque sólo fuera por lazos familiares, como es el caso del pintor y profesor Erramun Landa.

La redada, realizada sorpresivamente a plena luz del día, vino acompañada de una batería de intervenciones del titular de Gobernación, en las que imputaba gravísimas acusaciones contra los detenidos. En especial contra los tres abogados, "a tiempo parcial", según destacó el ministro, y contra David Pla, detenido en Hendaia y acusado de ser nada menos que el coordinador de la supuesta trama y de pertenecer al "aparato político de la banda". Curiosamente, Pla ha sido puesto en libertad en París sin siquiera pasar ante el juez competente. ¿Alguien entiende que la policía francesa, extraordinariamente sensible tras los sucesos en los que resultó muerto un gendarme, deje libre al jefe de los detenidos? ¿Será que los jueces franceses piden pruebas fiables a la policía para poder encausar a un ciudadano?

El caso es que, además de los tres abogados citados, otras dos personas relacionados con las labores antirepresivas han sido encarceladas: Saioa Agirre y Naia Zuriarrain, mientras que José Luis Gallastegi y Txomin Aizpurua han quedado libres sin cargos, como Landa. Juan Mari Jauregi y Asier Etxabe han podido eludir la cárcel mediante el pago de una fianza.

Las razones últimas de la operación las conocerá el ministro y sus ayudantes de campo. Lo cierto es que se trata de un ataque en toda regla contra las labores de defensa y apoyo a la que tiene derecho todo preso, por muy  graves delitos que haya cometido. En este momento, todos los que estaban siendo asistidos por estos tres abogados han quedado a la intemperie, tal vez con el recocijo del ministro y su séquito.

Pero hay más. En medios antirepresivos se contaba desde hace tiempo con una operación de este alcance o similar. ¿Por qué se ha puesto en marcha ahora? Dos cosas están claras. Por un lado se tapa el varapalo que la sentencia del caso Egunkaria ha propinado a la Guardia Civil y a la Instrucción, y por otro, quizá de mayor importancia, se desafía a un sector político como la izquierda independentista, intentado sembrar cizaña y crear confusión.

El Estado, antes con las detenciones de Arnaldo Otegi, Rafa Díez, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez y ahora con éstas, intenta dinamitar el proceso que se está desarrollando bajo las premisas del documento "Zutik EH". No quieren que este proceso cuaje y para ello utilizan sus armas de siempre, la represión, la intoxicación y la manipulación informativa.

Probablemente no se trata tanto de abortar el proceso, como de limitar la capacidad de maniobra de la izquierda independentista, para conseguir que llegue en la posición más débil posible al momento de la verdad. No obstante, es seguro que habrá elementos del Estado que quieran apretar más las tuercas y hacer saltar por los aires todo el camino andado, porque se encuentran más cómodos en una situación de violencia de respuesta de baja intensidad, y en cierta manera controlable, que en otra en la que las lucha ideológica, institucional y de masas permita a la izquierda independentista dar un gran salto adelante que ponga al Estado en la tesitura de reconocer el derecho a decidir del pueblo vasco.

Como ya hemos dicho en otras ocasiones, el ministro de la Gobernación no pierde el tiempo. Siempre está maquinando en aras a concretar sus estrategias. Esta semana ha tocado una salida de caza mayor, para poner entre rejas a una parte del colectivo de abogados de presos. Sentirá una cierta satisfacción por las piezas cobradas, pero no quedará plenamente a gusto. Su instinto le señala que habrá más batidas y que caerán más piezas. Sabedora de estos extremos, la izquierda independentista ya sabe la receta; a mayor represión, mayor iniciativa política. Volver sobre lo andado sería un suicidio político.

2 comentarios:

  1. Joxerra:
    Bi gauza daudela argi diozu eta nik, zure baimenarekin, hirugarren bat ere erantsiko nuke: kasualiatea al da bestela, Jon Enparantza abokatua bezperan Jon Anzaren auziari buruzko prentsaurreko batean agertzea eta hurrengo egunean "zirkulaziotik" ezabatzea?

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  2. Pérez Rubalcabaren mahai gainean ez dago kasualitaterik, erabaki politikoak baizik.
    Ados nago zure ekarpenarekin, Inaxio.

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