2008/04/13

¿Pero hubo alguna vez dos PNV?


Cuando uno ya va entrando en años y lleva buena parte de su vida siguiendo la realidad política de Nabarra/Waskonia, tiene algunas pocas cosas medianamente claras. Una de ellas se refiere a la doble cara de EAJ/PNV. Resulta verdaderamente cansino seguir leyendo sesudos análisis en los que se argumentan las diferencias entre el sector pragmático de Urkullu-Erkoreka y el sector independentista de Egibar-Ibarretxe.

Todo esto resultaría cómico si no fuera dramático para el país. ¿Dónde están las diferencias entre unos y otros? Yo no las acierto a encontrar. Al final todos viajan en el mismo coche oficial, todos perciben unos salarios exorbitados y todos viven como dios. Puede que sea un tanto demagógico decir esto, pero es así. El día en que alguno de los grandes líderes independentistas del PNV de un paso al frente y encare la cuestión nacional con un mínimo de generosidad y dejando a un lado los intereses de su lobby jeltzale, retiraré tod o lo dicho y me pondré de rodillas ante Sabin Etxea.

Que nadie dude un minuto que ante las grandes encrucijadas nacionales, antes, ahora y en el futuro, el grueso del PNV se situará en el lado menos comprometido, buscando un lugar bajo el sol con los menores problemas personales posibles. Es curioso como Xabier Arzalluz pronuncia sus sermones radicales en Herri Irratia, ahora que está jubilado, mientras que cuando ejercía la presidencia de su partido se dedicaba día y noche a cercenar cualquier atisbo de acuerdo con la izquierda independentista.

La ciudadanía debe tener claro que Ibarretxe no va a convocar ninguna consulta independentista en octubre, que Egibar jamás romperá aguas con Sabin Etxea (Urkullu) y que la prioridad absoluta del partido seguirá siendo pactar con el PSOE, dejando a un lado los cantos de sirena de nuevos Lizarra-Garazi o cosas semejantes. El "caso Arrasate" es paradigmático al respecto.

Por todo ello, pongo en paréntesis todos los llamamientos que se están realizando para la puesta en marcha de un nuevo "frente nacional vasco" desde distintas instancias, como ELA, Euskaria Fundazioa, etc. El anhelo de unidad nacional siempre surge cuando los resultados electorales no acompañan, qué casualidad. Creo que sin una previa clarificación de objetivos, hecha con seriedad y profundidad, es imposible recorrer ningún camino con el actual PNV.

Otra cosa bien distinta es que, tras el surgimiento de una iniciativa potente por parte de la izquierda independentista, a ella se sumen sectores jeltzales, de EA, Aralar o Ezker Batua. En ese caso todos los apoyos serían bien recibidos, teniendo claro que el camino a recorrer debe conducir a la plena soberanía nacional, no a nuevos pactos estatutarios, como el fracasado del 79. Y no se trata de remilgos por ver quién lidera el proceso, sino simplemente de coherencia abertzale.

PD: Ya sé que hablar de una iniciativa potente de la izquierda independentista en estos momentos es soñar despierto, pero con la gris realidad que nos rodea, tan sólo nos queda pensar en que las cosas van a cambiar, y pronto.

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