Los resultados de la encuesta realizada por Azogeak son bien claros, el 83% de los consultados considera que Juan José Ibarretxe no acompañará en la prisión a Otegi, Permach, Alvarez, Olano y demás dirigentes de la izquierda independentista.
A pesar de ello, el aparato mediático de Lakua ya se ha puesto en marcha para hacer la campaña victimista que el caso requiere. Es una "monstruosidad" y una "barbaridad", ha dicho el lehendakari de Laudio. Pero lo cierto es que Sabino Arana tamnién visitó la cárcel, así que orgulloso debería de estar ante la mera posibilidad de emular a su maestro.
Nadie duda de que la decisión judicial es injusta y viene marcada por un evidente impulso político, pero de ahí a llevar el caso a los extremos que quiere llevarlos el propio Ibarretxe y nueba parte del PNV, va un buen trecho. Muchísimo más escándalo representa el sumario 18/98 o el caso "Egunkaria", y los implicados en los mismos están dando un ejemplo de coherencia bastante más lustroso que el propio mandatario de Ajuria Enea.
Aparte de la dimensión jurídico-política del caso en sí, lo cierto es que Ibarretxe se va a envolver en las ropas de mártir que más le interesan a él y a su partido para abordar con garantías la cita electoral de marzo. Aquí quienes siempre están en la cárcel o al borde de la misma son los integrantes de la izquierda independentista y no quienes, con mejor o peor fortuna, siguen dando vueltas a la cuestión sin decidirse a tomar de una vez el camino de la plena soberanía.
La encuesta de Azogeak, aunque simbólica, recoge el sentir de muchos ciudadanos de este país. Vayamos a lo fundamental y dejémonos de campañas victimistas de corto recorrido. Mejor haría Ibarretxe en ir preparando la pregunta y las urnas para la famosa consulta y dejar a un lado esas supuestas amenazas del poder judicial. Un poco de coraje es lo mínimo que se le pide al máximo representante institucional de la Navarra Occidental.
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