2007/07/11

El laberinto jelkide

Bajan muy revueltas las aguas en el seno del PNV. El partido de los negocios y los viaductos atraviesa una etapa de crisis interna. Los resultados en las últimas elecciones han sido malos. Han perdido alcaldías tradicionales, han perdido representación y, sobre todo, se les ha perdido el respeto. Ya no imponen, como en aquellos gloriosos años en que nada se movía en este país sin su opinión.

Se han publicado informaciones, pronto desmentidas, en las que se habla de sutituir al lehendakari Ibarretxe por Josu Erkoreka, diputado en Madrid. Pueden ser cortinas de humo para enredar en la batalla esencial, la del control del EBB. Y es que dado que Josu Jon Imaz, con su deriva españolista, es uno de los principales causantes de la abstención que se ha dado en sus propias filas, no son pocos los que apuestan por quitarle de la presidencia del máximo órgano de dirección jelkide. Si a ello se suma que Joseba Egibar, lider de la otra corriente interna, de perfil más abertzale, está tocado por casos Jauregi, Bravo y compañia, la solución es evidente.

Hay gente, parece que influyente, que plantea una operación de envergadura. Se trataría de que Imaz y Egibar renunciasen a presentarse a las elecciones al EBB, y que las dos corrientes acordasen un candidato de consenso para serenar la vida interna. Hay quien apunta al propio Ibarretxe como presidente del EBB. Con ello, se pondría fin, aunque sea momentáneamente, a las luchas intestinas; se daría una salida honrosa al amortizado lehendakari; y se colocaría como objetivo máximo la remontada en las próximas eleciones de 2008.

Puede que todo esto sean especulaciones sin fundamento, pero lo cierto es que otra pugna interna como la de hace cuatro años, que encima se puede volver a dirimir por escasos votos hacia uno u otro lado, puede colocar al partido en serio riesgo de escisión. Evitar lo que pasó hace 20 años con Garaikoetxea es un objetivo que deben compartir Imaz y Egibar, si es que no están definitivamente idos. Además, si la operación saliese medianamente bien, todo apunta a que el siguiente paso afectaría a otras siglas.

Como han apuntado recientemente en artículo de prensa varios "intelectuales orgánicos" del partido, el nacionalismo institucional, englobando en esa definición a PNV y EA, debe reflexionar en profundidad sobre su futuro y dar pasos adelante en la buena dirección. Los resultados obtenidos por separado han sido netamente inferiores a los cosechados por la coalición en anteriores comicios. Por ello es ineludible unir fuerzas en clave estratégica. Una fusión sin más, se antoja imposible. La división en EA está cantada e Iñaki Galdos, líder de EA en Gipuzkoa, se dibuja cada día más como un líder emergente para el PNV en un futuro no muy lejano. Ese supuesto conllevaría el regreso al partido de buena parte de EA de Gipuzkoa. El resto de Eusko Alkartasuna, bastante diezmado, volvería su mirada hacia Aralar y la propia Izquierda Abertzale. Ex consejeros como Sabin Intxaurraga no descartarían algo de eso.

Por el momento, todo son suposiciones, pero suelen decir que a grandes males, grandes remedios. Y si, hoy por hoy, algo es evidente en el PNV, es que en su interior se multiplican los males.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo en que hay algo que no es igual dentro del EAJ-PNV. La cuestión es que desde que cogió Imaz las riendas se ha perdido el liderazgo que años anteriores tuvieron Arzallus y los anteriores presidentes.
    El votante está confuso. Hoy en día el nacionalismo es para echarse a temblar. Cuatro partidos en Hegoalde para el electorado nacionalista, bueno en algunos sitios por la ley de partidos tres, es mucho partido.
    Que se junten EA y ARALAR es lo más normal; antes que juntarse con EB. En cuanto al EAJ-PNV, pronto se sabrá lo que va a pasar, pero pinta mal. La culpa es perder el liderazgo y el tomar decisiones importantes para la ciudadanía sin contar con ellos. Un saludo.

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